Cantaba una canción,
y te llamaba con el aliento de mi voz,
oía una canción
y te recordaba,
pensaba en ti
y suspiraba,
oía tu nombre y me resbalaba por tu piel
buscando el corazón para robarlo.
Lo encontré pleno de felicidad
y me fui a bailar penas
por los campos del olvido,
donde el sol ríe en los charcos
mientras siembra plumas en el aire
nevando los campos de amor.
Y allí me quedé a vivir
en su paisaje blanco,
serena y enamorada de la vida,
donde todo llega, y nada pasa,
nada más que el tiempo
abriendo poros en la tierra.
un poema dulce que añora lo mejor de ti
ResponderEliminaren otro
genial
besotes guapetona.
Elda... una expresión preciosa de los sentimientos que se sienten a través de la música... me ha encantado.
ResponderEliminarUn saludo....