Con palabras perfumadas de albahaca y limón,
quisiera vestir unos versos que aromen tu corazón.
Pero las palabras se las lleva el viento
y se difumina el perfume, en las nubes del pensamiento.
Aquí te las dejo por escrito, claras como luz de primavera
donde no llegue la lluvia y pueda mojar mis quimeras.
Son fantasías soñadas en los telares del alma,
que dibujan caricias en mi piel y me quitan la calma.
Dime que te las llevas, y líbrame de este exceso,
que estoy cansada de soñar sueños, con tanto peso.
Es muy agradable venir a visitarte, un lugar donde predomina la calma y sueños regados con albahaca y limón.
ResponderEliminarUna preciosidad.
Un saludo.
Sí Fibo, sueños siempre perfumados de lo que sea, porque las realidades no tienen aromas casi nunca.
EliminarMuchas gracias por tu lectura.
Un abrazo.
Tus palabras siempre tienen un aroma intenso, como la sensibilidad y amor que destilan. La última estrofa es especialmente espléndida. Gracias por regalarnos los oídos y el alma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias a ti Josep por venir a leerme y animar mi espacio.
ResponderEliminarUn abrazo.