Parecía que no,
Pero el insomnio
va entrando en la noche,
o la noche en el insomnio.
Sin embargo
el pensamiento está dormido,
por lo tanto me centro
en las percepciones.
Es una noche sin luna,
muchas estrellas titilan en el firmamento.
La aldea vacía, en silencio.
Solo una respiración... la mía,
tan silenciosa, tan pausada, tan…
Hay una luz que me acompaña,
es la farola de la calle
a unos pasos de mi ventana.
Miro al horizonte y solo oscuridad.
El monte ha desaparecido
fundido en la penumbra.
Dicen que en la oscuridad
surgen los sueños,
no será esta noche sin luna,
sin imaginación, o sin cuentos.
No hay susurros,
ni siquiera susurra el viento
y el pequeño río
parece que también quedó en silencio.
Algo tiene la noche de valiente y hechicera,
cuando de la naturaleza se lleva los colores
y solo el día los recupera.

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