Lo importante no es llegar a la cima,
sino disfrutar el camino.
Deja que tus pasos gocen lo andado,
no pises las hojas de otoño
ni las flores del campo...
Mira las nubes, el azul soleado,
el campo verde, los trigales dorados,
y todo lo bello que tus ojos abiertos
te van regalando.
Elda

lunes, 24 de febrero de 2025

Tuvimos la dicha de conocerte... Blog


Tuvimos la dicha de conocerte.

Hermoso tiempo que resultó 

efímero y frágil 

como fino cristal

que con un soplo de brisa 

se quiebra en mil pedazos.


Subí la montaña 

con la imaginación 

a ver si te encontraba

entre las alas del viento

que surcan cerca del cielo,

pero nada vi.


Llevaba un mensaje para ti

que me dejó mi luna triste

cuando roza el horizonte,

y decía así:


Mi cuerpo y tu alma

juntos para siempre

impresos en papel de luz

donde el recuerdo permanece,

donde la belleza duerme

y no trasciende en el tiempo.


Tuvimos la dicha de conocerte,

pero te apagaste en plena luz

como el sol cuando llega la noche.


miércoles, 12 de febrero de 2025

Una de mis rosas- Blog

 

Una nube cenicienta
se posó sobre mi rosa,
y le ha quitado el color
que lucía tan hermosa.

Por unos ojitos azules
llenos de luz como el cielo
clavel de su corazón
y lirio de sus anhelos.

Tardará en salir el sol
que temple sus ilusiones
al perder en un instante
al amor de sus amores.

Dolorida está mi rosa
para ella no hay consuelo,
lánguidos tiene sus ojos
que también son azul cielo.


martes, 4 de febrero de 2025

Al otro lado de la mañana

Al otro lado de la mañana

vi crecer tu sonrisa sombría,

no iluminaba tu entorno

y la atmósfera se desvanecía.


¿Qué tienes ojos de diciembre,

que no miras como mirabas?.

En tus pupilas se encuentra

la profundidad del universo

sin luna ni estrellas,

todo opacidad y descontento.


Pon tu mirada de abril,

porque no puedes cambiar

el curso de la naturaleza,

y disfruta lo que tienes

ese paisaje llamado privilegio

que se te ofrece tan cerca.


Mira con tu sonrisa de verano

que se luzcan tus blancas perlas,

y ameniza la música de tu verbo sabio

y dulce como un sutil beso

después de una lluvia errante de primavera.


Al otro lado de la mañana, te vi,

y no sé si me escuchaste,

pero te hablé debajo de la luna

y fue un maravilloso instante.

Regué con mis labios susurros al viento

y al parecer no llegaron,

y dando vueltas en el aire

se marchitaron.


Al otro lado de la mañana,

oscurecía ...