Volveremos los dos a suspirar
en el monte del olvido
temblando por la emoción de unos besos,
besos que no hemos tenido.
Volverán ruiseñores a cantar
al lado de mi ventana
recordándome que tu estás pendiente
de mi nostálgica mañana.
Volverán a florecer los jardines
de tu corazón y el mío
y pintará su perfumes el viento
de margaritas y lirios.
Volverá a sentir esta piel pasada
el rubor de azoramiento
cuando suavemente digas, amor,
eres tú mi flor de invierno.
Volveremos a bogar en los ríos
navegando nuestro amor
aquel que teníamos prohibido.
¡Somos libres amor mío!.
Ah mi cielo, al fin estamos unidos,
dame ese beso de sueño
pues dicen que los sueños nunca besan
seguro están confundidos.