Ah cruel pensamiento mío
en el despuntar del alba
ya sin embriagar el sol
me estás quitando la calma.
Le veo, pues no le veo
al amor que me atormenta
clavado en el sentimiento
con ese sabor a menta.
Ojos presos en la luz
vagan paisajes de seda
pestañeando colores
buscando ver una senda.
Encuentro un río dorado
un jardín lleno de estrellas
y una mirada escondida
que al mirarme me atropella.
Ah cruel corazón el mío
que late buscando guerra
pero no encuentra guerrero
que se lo lleve a la sierra.
A la sierra o al sendero
donde empieza la alameda
o a la vera del camino
y me diga lo que él piensa.
Lo que piensa ha referido
y un tormento me ha causado
tiene mujer y diez hijos
y tan fresco se ha quedado.
Mis ojos están llorando,
a mares por este amor
hizo mella en mi tejado
me produjo insolación.
Aquí se acaba la historia
que ya naciera frustrada
de una mirada coqueta
estaba yo enamorada
-En el guindo te has quedado
de adorno de Navidad.
¡Bájate inmediatamente
el guindo no es tu lugar!-
Todos alguna vez no hemos bajado del guindo, mientras estábamos en la higuera contemplando la parra y viviendo en babia.
ResponderEliminarPrecioso, me ha encantando...no me canso de decirte que "·nena, tu vales mucho"
Un saludo.
Jajaja, muchas gracias hombre pero la verdad que no es para tanto. Se me van ocurriendo cosas según voy escribiendo.
EliminarMuchas gracias por tu amable comentario Fibo, ha sido un placer.
Un abrazo.
Hola Elda... Muy bueno... de verdad hay estrofas preciosas. Siempre habrá un guerrero que se vaya a la sierra por una bella dama.
ResponderEliminarDe todas formas eso de que tenga una mujer y diez hijos, ves a saber si no es al revés y tuviera un hijo y diez mujeres, quizás seria peor..!No..!
Un abrazo....
Jajaja, pues no se que te diga, que cosa sería mejor, pero como le digo a Fibo, son cosas se me van ocurriendo, y siempre dejo algún chisme porque le da el tono a lo demás.
ResponderEliminarEncantada de tu comentario Llorenç y muchas gracias por venir a leerme.
Abrazos.
¡Genial Elda! Es un poema que no deja de sorprender a medida que se avanza en él. Cuando llegué a la mujer y los diez hijos... ¡Arriba el guerrero de corazón solitario! ¡Lo que se puede imaginar con una mirada y lo que luego se puede encontrar tras ella! ¡Vaya sorpresón! Me gustó mucho la creatividad que emana de versos como "hizo mella en mi tejado / me produjo insolación". ¡ENHORABUENA, ELDA! ¡Siempre es un auténtico placer leerte! ¡Abrazos!
ResponderEliminarJajaja, muchas gracias Luz, según voy escribiendo lo que se me ocurre y veo que rima más o menos, ahí lo dejo aunque sea un disparate.
ResponderEliminarMe gustan mucho los comentarios que hacen referencia algún verso, así el que los escribes se da cuenta de puede haber acertado.
Muchas gracias ha sido un placer tu visita.
Un abrazo.