Amanecí en otra ventana.
El ambiente era limpio y frío
como un alborecer invernal.
Mojada y brillante la hierba
cual sol de primavera.
El cielo encapotado, llueve,
pero que hermoso...
se divisa humo en las chimeneas
de dos o tres casas
en esta solitaria aldea.
Mucho silencio,
tanto, que se pueden oír
los corazones
de los hogares que están más cerca.
como un alborecer invernal.
Mojada y brillante la hierba
cual sol de primavera.
El cielo encapotado, llueve,
pero que hermoso...
se divisa humo en las chimeneas
de dos o tres casas
en esta solitaria aldea.
Mucho silencio,
tanto, que se pueden oír
los corazones
de los hogares que están más cerca.
Abierta la ventana
se oye como canta el río,
ese murmullo
que arrulla al igual que los brazos
de una mamá tierna.
Caminos solitarios y húmedos
porque el sol no llega.
A pesar de ello
hay movimiento,
gente que disfruta con momentos
de paz y silencio o, de juergas.
hay movimiento,
gente que disfruta con momentos
de paz y silencio o, de juergas.
Cuando el cielo
no abre sus compuertas,
los paseos por el campo
se aprovechan.
Respiro profundo,
y mis pulmones de urbanita
se oxigenan.
y mis pulmones de urbanita
se oxigenan.
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