Lo importante no es llegar a la cima,
sino disfrutar el camino.
Deja que tus pasos gocen lo andado,
no pises las hojas de otoño
ni las flores del campo...
Mira las nubes, el azul soleado,
el campo verde, los trigales dorados,
y todo lo bello que tus ojos abiertos
te van regalando.
Elda

lunes, 26 de mayo de 2025

Gustavo Adolfo Bécquer & Ella

 

 Bécquer

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y en mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
esas no volverán.

E

Dices muy bien mi querido Gustavo
las mismas nunca más han de llegar
porque en el último viajar murieron
y anidar no podrán.
Yo volveré aunque de volar cansada,
a reiniciar del ayer, nuestro amor
mientras las nuevas golondrinas

buscan
anidar en un balcón.

Bécquer

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día....
ésas... ¡no volverán!

E

Volverán a nacer las madreselvas
a cubrir la hermosa tapia del jardín
con flores de la nueva enredadera 
con su olor a jazmín.
Se cubrirán de rocío también
como en aquellas mañanitas de abril
cuando mirábamos la orilla del río
para volver a sentir.

Bécquer

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán!

E

Volverán a tus oídos de mis labios
una canción de amores a entonar,
porque mi corazón despierto dice:
nunca dejó de amar.
y aunque tú muy confundido te encuentras
decir puedo sin mentir, sin errar
que felices las nuevas golondrinas,

en mi balcón y en el tuyo sus nidos,
volverán a colgar.

martes, 13 de mayo de 2025

¿Qué se puede hacer?... Blog



Quedé desnuda de pensamientos
y vacía sentí que estaba.
Con la cabeza hueca
use la mirada con intensidad,
y no sentí nada.
El paisaje ante mis ojos
no me habló,
se diluyó en la oquedad
desapareciendo.
Escuché una dulce melodía 
y quería pensar si me emocionaba,
pero estaba de pensamientos vacía 
y nada ocurrió, nada de nada.
Sentí un gran escalofrío 
que me despertó de lo que soñaba.
Fui feliz, mis pensamientos
como siempre estaban ahí,
recordando, hablando sin voz,
enredando...
Pensé en lo bueno, en lo malo
y la satisfacción llegó a mí...

porque sin pensamientos,
¿qué se puede hacer
sí todas las emociones 
nacen de un pensamiento?