Así, nuestras hojas
se volvían amarillas
en el caminar de la vida,
y así, me hubiera gustado seguir caminando
hasta que nuestros cuerpos
fueran alfombras...
para otros pasos.
Pero el tuyo desapareció
entre la niebla de un pasado
y hoy, soy yo
la que en soledad camino
mientras voy perdiendo las mías...