Se me olvido quererte,
ya no me queda nada en el corazón.
Deshilachado el perfil de mi sentimiento,
desgastado de tanto pensar en ti
esta liso
plano
ninguna huella,
descansando por fin.

Como rosa de otoño
voy perdiendo los colores,
los pétalos se marchitan
cuando llegan los vientos
de los albores.
Mi suelo ya no drena
y el sol no calienta
en este jardín, no hay flores
todo vuela
y lo que no vuela,
cae por el peso... de las ausencias.

Belleza de hombre
que te escondes a la mirada
de mis ojos,
déjame disfrutar de tu galante presencia,
de tus melodías de otoño
y luces de candilejas.

Amapola que estás en los campos
préstame tus colores,
tu talle largo
y de hechicera
ese tu encanto,
para embrujar al amor
de mis quebrantos.
Viniste de lejos
cantando melodías,
suavizando el aire
acarició mis mejillas.
Diste luz a mis ojos apagados
con tus palabras de viento,
alrededor se quedaron
haciendo dibujos
en mis sentimientos.
La tarde cayó
y las palabras se perdieron...
ya no las busco
ya no las quiero.