No sé si no encuentro momento
o si estoy distraída.
No está mi pensamiento
donde le gustaba estar.
Se encuentra vagando, y,
se le olvidó buscar renglones
en un espacio vacío
y llenarlo de colores.
Se exprime como un limón
y solo caen palabras
tan vacías como un papel en blanco,
tan desaboridas como un día gris
cuando los matices no se definen.
Tan solitarias como un árbol sin hojas,
como la nieve sin huellas.
Tan como yo
cuando miro la hoja en blanco
y no se que decirle.
Me asomo a la ventana de mis ojos
y veo la serenidad del mar
con esa cálida brisa
que acaricia los sentidos,
mientras se diluyen los pensamientos
y la imaginación vuela
en las finísimas alas del viento.
Aquí me quedo,
hasta que diga el sol que viene la noche,
y se acabó el recreo.
Siempre buscamos refugios, excusas. Con lo fácil que es buscar libertad, aire limpio, otros ambientes, sin embargo buscamos ese lugar donde nos encontramos seguros, pero perdiendo...siempre perdemos.
ResponderEliminarUn saludo.