Alguien le tocó los sueños
mientras dormía y,
sintió una punzada en el corazón.
¡No era posible!,
la nieve le cubría
en su cama de algodón.
Algo cambió en aquellos ojos dormidos
que se escondían
en una sombra trasnochada.
Estaba asustada, algo sentía,
hasta que el alba pintada de rojo,
le arrulló de nuevo y le dio calor.
Alguien le tocó los sueños,
y no se los llevó,
porque ella sueña profundo,
donde la tierra es caliente
y no hay tormentas heladas
sino alientos cálidos
que acarician la piel.
¡Todo es tan sencillo!
si nadie toca los sueños…
Cuando uno tiene la conciencia tranquila, y no tiene nada que le atormente...es la forma más tranquila de pasar la noche.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un saludo.
Tienes toda la razón, mientras no venga alguien o algo, y te quite los sueños.
ResponderEliminarGracias por venir Fibo.
Un abrazo.