Más allá de la vida,
tras los cristales blancos,
mi corazón y mi alma
te estarán esperando.
Vestida de misterio,
el viento ululando
entre la luz de la luna
donde guardo mis abrazos.
Abrazos que no puedo dar
por no pisar el asfalto
donde se hunden los pies
y se pegan los zapatos.
Allí todos son flores
caminos arbolados,
con las hojas muy verdes
por unos versos soñados.
Los sueños serán sueños,
unos sueños soñados
en esta vida vivida,
y nunca realizados.
Tras los cristales blancos
mi corazón y mi alma ,
te estarán esperando
¡Qué maravilla de poema, Elda!.
ResponderEliminarVengo de leer un sueño de Jerónimo (Joaquín) y me encuentro con otro sueño.
Yo ya no sueño, pero me gustan los vuestros.
Besos
¡Qué maravilla de poema, Elda!.
ResponderEliminarVengo de leer un sueño de Jerónimo (Joaquín) y me encuentro con otro sueño.
Yo ya no sueño, pero me gustan los vuestros.
Besos
Un comentario muy halagador Mar.
EliminarMe encantó tu visita.
Muchos besitos.
Me dejas sin palabras. Sólo acierto a decir "precioso".
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno Josep, no exageres, jajaja.
EliminarMuchas gracias, ha sido un placer tu comentario.
Un abrazo
Gracias por tu comentario, que ha hecho subir mi ego hasta alturas inverosímiles.
ResponderEliminarTu poema, tierno y pleno de sensibilidad. Además, aciertas: yo creo que el "más allá" debe ser como tú lo dibujas.
¡Y qué magnífica música estoy oyendo mientras escribo esto!
Un beso desde la parte norte de Madrid.
Antonio, mi ego si que sube, solamente por tu presencia en este rinconcito, porque después de leer lo que escribes, lo demás se queda a la altura del betún.
ResponderEliminarEste blog se vistió de gala, muchas gracias y un abrazo.